Si hablamos de gastronomía y religión, sabemos que algunas son más invasivas que otras, y, pese a que pueda desconcertar un poco, la budista es una de las que más: Obviando las distintas ramas de la religión podemos decir que el budismo en general se basa en no matar, no robar y no hacer daño, ni a los demás ni a uno mismo, siendo especialmente importante el cuidar el bienestar propio y el ajeno.
Buda consideraba que la alimentación es una actividad básica para el mantenimiento de la vida: gracias a ella se fortalece y sana el cuerpo, venciendo el hambre se vence la angustia y la debilidad. Por tanto podemos llegar a la conclusión de que la gastronomía budista es básicamente vegetariana, para mantener el precepto de la no violencia y además, tradicionalmente oriental debido a su procedencia (el lejano oriente).
Se pone especial énfasis en la forma en que los alimentos son tratados durante todo el proceso: productos que hayan sido tratados correctamente y que ayuden a mantener la salud del cuerpo y de la mente; que no deben proceder ni se deben obtener con acciones indebidas.
Cuando el budista está cocinando o comiendo tiene que sentir gratitud y compasión por los productos que trata. A la hora de sentarse a la mesa, tiene que guardar ciertas formas básicas de comportamiento como no hacer ruido al masticar, no mostrar lo que tiene en el interior de la boca, sentarse correctamente... Todas estas normas tienen un fin único y es la reflexión y la toma de consciencia de la verdadera importancia que tiene la alimentación ya que para nuestra supervivencia recibimos las vidas de animales y plantas, sobre el esfuerzo que fue preciso para que la comida llegase a la mesa, sobre nuestra propia virtuosidad diaria y si somos dignos del sacrificio de los alimentos.
Platos vegetarianos budistas
Los cocineros vegetarianos budistas imitan alimentos que no pueden consumir, como la carne a partir del gluten de trigo preparado o seitán, la soja, agar-agar y otros productos vegetales: pueden dárseles diversas formas y texturas, y absorben sabores, pero apenas tienen uno propio, por lo que con los condimentos adecuados pueden imitar diversos tipos de carne bastante bien.
Muchos restaurantes budistas también sirven platos vegetarianos, veganos y no alcohólicos. Algunos budistas no cumplen las reglas a raja tabla. Para servir a este tipo de cliente, además de al vegetariano integral, el menú de un restaurante vegetariano budista no suele diferir del típico chino salvo en que las recetas de carne incluyen en su lugar soja o seitán con sabor a pollo.
Esta información ha sido recogida de distintas fuentes, aunque destacamos directoalpaldar, página dedicada a la gastronomía en general.
Hecho por: Andrea Ramírez Osuna, Cristina Espejo Roque, Juan Carlos del Castillo Blanco y Juan Jiménez León.
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