lunes, 6 de febrero de 2017

La música profana en la edad media


Hoy os dejamos un poco de historia ligado a la música religiosa, que gracias a ella surgieron diferentes lenguas, con ellas además se empezó la especie de “labor” de educación del pueblo, ya que no había colegios o escuelas.
La monodia profana medieval (melodía a una sola voz y letra sin contenido religioso) apareció a finales del siglo XI.
Al sur del río Loira, en Francia, de mano de los trovadores (término que procede del verbo provenzal trobar que significa 'encontrar' o 'componer en verso'), en Aquitania. El río Loira separa dos territorios, el sur y el norte, caracterizados en la Edad Media por dos idiomas, el sur por Langue d'Oc (la lengua provenzal u occitano) y el norte por Langue d'Oil (que dará lugar al francés). Su arte nació de la pobreza siguiendo el modelo de la poesía popular, aunque si de preferencia noble.
Los temas de estos poemas tratan sobre el amor cortés, el amor platónico entre un caballero y una dama, y las historias de caballería. Hay también otros temas que señalaremos después.  Se basan en los modos gregorianos, pero con un ritmo más marcado, ya que son obras más rápidas y alegres.
   El movimiento trovadoresco se irá extendiendo por toda Europa y adquiriendo diferentes denominaciones en cada lugar:
  • Los minnesänger fueron los correspondientes trovadores alemanes en los siglos XII y XIII, escribían en su lengua vernácula (el alemán).
  • Los Juglares eran intérpretes de canciones (no compositores), músicos ambulantes que igual realizaban un número de malabares o acrobacia que contaban y narraban historias acompañados de instrumentos musicales. Iban por los pueblos y aldeas actuando a cambio de algo de dinero o comida. En España, los trovadores alcanzaron gran importancia sobre todo en la zona de Galicia donde las canciones se denominan Cántigas.
Entre los trovadores más importantes podemos nombrar a personajes como Adam de la Halle, Jaufre Rudel, Ricardo Corazón de León o Guillebert de Berneville.


Ángela Núñez
Junior Galeano
Javier Molina

No hay comentarios:

Publicar un comentario